Arte Social

El arte social acontece cuando los seres humanos se perciben, tras su actividad individual, expresando sus conquistas, sus logros, sus luchas, sus dificultades, sus límites. Entonces se crea una nueva relación entre las personas. 


Esa relación existe mientras están vivas la observación y la atención en dos momentos muy distintos: en el trabajo individual y en el momento de compartir con los demás el proceso individual. La comunidad que en ese momento surge es por la actividad atenta de cada individuo sobre aquello que se ha propuesto conocer y la atención de cada persona sobre aquel compañero que está compartiendo su alma activa con el otro.


Y entonces se descubre cómo el camino del otro se parece al mío, o como el proceso seguido por aquella persona me anima a seguir caminando, observando, investigando…


Descubrimos el Arte Social cuando podemos ver que hay un hilo conductor no escrito ni antes pensado; un hilo conductor invisible que acompasa los procesos y los temas a considerar. Lo hemos descubierto muchas veces: hay una idea (un concepto) que se va formando por el hecho de estar juntos en actividad sobre algo determinado (un texto, un mineral, un paisaje). El Arte Social es, también en un sentido, la relación que se crea entre las personas en el recinto del lugar de trabajo, por el hecho de habitarlo conjuntamente en un momento determinado. 


Cuando la atención de seres humanos reunidos (en modo presencial o en modo online) se intensifica sobre una asunto, emerge una creación nueva, expresión del Yo humano. Al poner estas creaciones en común acontece una creación artística social, una atmósfera creadora y de comprensión. Este es también el Arte Social: la obra de arte creada en base al compartir los frutos del Yo de cada individuo en el alma. 


El Arte Social es, podemos decir, la obra de arte creada con las creaciones individuales. Pertenece a la esfera de lo espiritual que vive en cada alma, y es el alma creada por todos mientras se perciben en actividad y en su devenir. Es el grupo de personas que se perciben en devenir.


Hemos descubierto también en nuestros encuentros cómo lo que acontece en el Arte Social vive como guía y orientación para los miembros que asisten a esta creación. Muchas veces, y al cabo de mucho tiempo -quizás años- lo que una persona descubrió, alcanzó y compartió sirve a otra para dar sentido a su experiencia. Arte Social también es el otro viviendo dentro de mí porque ha mostrado su actividad.